Hasta la costanera de Playa Brava llegaron más de diez mil personas, quienes disfrutaron de las propuestas musicales de Nerven&Zellen, She Teiks y Alisú.  Asimismo, la banda Wiracocha celebró durante el festival, 40 años de trayectoria.  “Sentimos que este año, nuevamente, cumplimos con el objetivo de este festival que es reunir a la familia en torno a la música, las artes y al contenido de vanguardia”, sostuvo Vesna Obilinovic, directora general del festival Desierto Sonoro.

Por su parte, Cristóbal Navarrete, músico y programador artístico del evento, agregó:  “Queremos que Desierto Sonoro siga creciendo y fortaleciéndose como el festival del norte más importante.  Este año, pese a la incertidumbre, logramos conformar una parrilla artística muy completa, que convocó a toda la ciudadanía tarapaqueña y con especial enfoque en la electrónica femenina”.

La primera versión del festival Desierto Sonoro se desarrolló en la Pampa del Tamarugal (2014).  Posteriormente, en Pisagua (2015), puerto de Iquique (2016) y playa Brava (2020-2022).  De esta forma, sus organizadores plantean «la educación medioambiental, patrimonial y multicultural como base de la ocupación del desierto, único soporte identitario de la región, creando las instancias para habitarlo en su diversidad y potenciando su herencia cultural».